El experimento de la tinta invisible se hace con jugo de limón y con un isopo mojado en jugo de limón, con este jugo los alumnos escribieron la palabra bicentenario, sobre una hoja blanca, cuando se secó la escritura era completamente invisible, para que aparecieran las letras fué necesario que con una vela prendida la pasaran por detrás de la hoja, a cierta distancia para no quemar el papel. Posteriormente los alumnos se hiban dando cuenta de que las letras hiban tomando color, fué muy interesante y divertida esta actividad.
El trabajo de la tinta invisible motivó a los niños para investigar nuevas estrategias para culminar con los mensajes, algunos niños y niñas presentaron procedimientos de sus familiares, en especial de los abuelos y abuelas que les contaron que ellos lo hacían con cenizas de cigarro sobre hojas y sobre la piel. Los juegos sugeridos para el uso de la tinta en nuevas clases de exposición.
Los alumnos utilizan un isopo con jugo de limón y escriben la palabra bicentenario
Posteriormente utilizan una vela encendida para pasarla por detrás de la hoja y se observa como se empieza a notar en un tono café claro la palabra que los alumnos escribieron.
Los alumnos pasan por detrás de la hoja una vela encendida para observar los efectos de este procedimiento
Aquí muestran los resultados de su experimento, donde podemos observar que la tinta invisible (el jugo de limón), ya se observa en un tono café claro.
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